Una de las gestiones que tienen una mayor urgencia cuando uno se cambia de vivienda es la contratación de los suministros energéticos, concretamente los de la electricidad y el gas natural. Y es que, como bien sabes, el coste de los suministros energéticos siempre se llevan una importante parte del presupuesto de un hogar, de ahí que sea muy importante fijarse muy bien en qué tarifa contratar. Afortunadamente, son muchas las tarifas vigentes en el mercado español; ahora bien, no todas merecen la pena ni son adecuadas para todo el mundo. Así, tienes que conocer cuál es la que más se ajusta a tu caso particular. Efectivamente, puede ocurrir que una tarifa con la que una persona pague poco a otra le cueste mucho más simplemente porque sus hábitos de consumo sean distintos. Por eso a continuación explicamos la mejor forma de contratar las tarifas de ambos suministros.
¿Cómo contratar el gas natural?
Tanto si buscas contratar el gas natural en Madrid como en cualquier otra comunidad autónoma, es altamente recomendable utilizar un comparador energético. Y es que esta aplicación sirve para contratar el gas natural más barato de forma sencilla y sin necesidad de desplazarte. Y es que funciona a modo de buscador: solo tienes que elegir los filtros más adecuados para tu caso particular y la herramienta te mostrará solo las tarifas vigentes que se ajustan a tus criterios y que puedes contratar. Por ejemplo, puede que estés interesado en contratar una tarifa 100% verde de gas natural; entonces, simplemente tienes que seleccionar dicha característica en el comparador y, voilà, te aparecerán los contratos de Endesa, Naturgy, Iberdrola con estas características.
¿Y cómo contratar la luz?
Al igual que ocurre con el gas, también es posible contratar la luz más barata a través de un comparador. Ahora bien, en el caso de la luz, las opciones son mucho más amplias que para el gas natural. Ciertamente, el consumidor tiene a su disposición dos clases de tarifas: las estables, con un mismo precio para el consumo eléctrico para todo el día, y las de discriminación horaria, en las que el precio de la electricidad es más barato en tramos seleccionados del día. La principal ventaja de esta última modalidad es que si el cliente realiza el grueso de su consumo en las horas del día en que la electricidad es más económica, el precio que pagará en la factura final será mucho menos que si tuviera contratado una tarifa estable.
¿Cuáles son las mejores tarifas?
A esta pregunta, tal y como has podido comprobar a lo largo del artículo, no hay una única respuesta. Según nuestros hábitos, te convendrá una u otra. Ahora bien, cabe resaltar que hay un tipo de tarifas que son convenientes para todo el mundo: hablamos de las tarifas sin permanencia. De esta forma, si tras realizar la contratación encuentras una mejor opción, podrás cambiarlo sin tener que pagar una penalización.
¿Sigues teniendo dudas sobre qué tarifa contratar? Entonces no te pierdas a continuación este artículo con algunos consejos adicionales.